Huérfanos digitales, más que ignorados

La tecnología llegó para quedarse, para resolver problemas, para agilizar las cosas y para hacer más fácil la vida. Cuidado, es cierta esa benevolencia siempre y cuando sepas cómo y cuándo utilizarla.

Las madres y los padres deben dedicar tiempo de calidad a sus hijos, con el objetivo de compartir con ellos cariño, juegos, bromas, contestar inquietudes, hacer correcciones y hablar de temas que sean interés de ellos, para que tengan la opinión como familia de esos temas que a ellos le están llamando la atención.

Es muy frecuente observar escenas de padres reunidos con sus hijos que no sueltan los aparatos tecnológicos, dedicándole en un alto porcentaje del tiempo que supuestamente era para estar con sus hijos. No dejan de atender mensajes del wahtsaap, contestar correos, entrar a Facebook, entre otros.  En otras palabras, aún estando frente a sus hijos están ausentes y distantes emocionalmente, porque no están interactuando con ellos, a estos niños, cuyos padres prestan mayor atención a los equipos tecnológicos que a los hijos, se ha denominado huérfanos digitales.

Este nuevo concepto reafirma un estilo de vida que muchos padres han asumido como natural. La familia pasa más tiempo conectados a redes sociales que interactuando y conversando entre ellos. La cercanía y afectividad de los padres con los hijos se ha ido desvaneciendo, llevándonos a esta nueva generación que son los huérfanos virtuales o esclavos de ella. Es que el abuso de herramientas como teléfonos inteligentes, tabletas, o computadoras conlleva a una adicción. Si desde pequeños se les inculca el uso excesivo de estos aparatos, en el futuro tendrán problemas adictivos al uso de tecnologías y serán dependientes de ellas, dicho de otra forma serán manejados por estos aparatos.  

Lo importante aquí es una autoevaluación de la cantidad de tiempo que le dedica a la tecnología frente a tus hijos. ¿Te ha ocurrido que pasas tiempo libre con tu hijo pero mientras estás con él revisas constantemente el celular? Vamos sincérate y toma decisiones sobre esto, así evitará daños y consecuencias emocionales en tus hijos. 

Es necesario, más que nunca, la interacción familiar, la que rescata los mejores valores, como la comunicación, las actividades, la empatía, el afecto, el abrazo, la comida juntos.


     La autora es psicóloga. luzrosaestrella@gmail.com y psicoeducacionyfamilia.blogspot.es

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