La Colaboración: una estrategia muy fructífera
La colaboración
debe considerarse una habilidad altamente importante a cultivar, para ello
podemos valernos del enfoque psicológico centrado en el desarrollo personal.
Colaborar es trabajar en conjunto con otras personas para realizar una obra o
alcanzar objetivos. Las colaboraciones que suelen ser perdurables en el tiempo,
están enmarcadas en actitudes como son el respeto, apertura, tolerancia y
sensibilidad con los demás.
Para quien realiza
el papel de líder, es provechoso enfrentar la tendencia de individualismo que
poseemos de manera natural y propiciar hábitos como compartir
colaborativamente, las ideas y experiencias de los demás.
Los beneficios de
la colaboración los tenemos bien conocidos, hasta lo podemos recitar, pero, lo
que no está tan claro es saber aplicarla. Ante lo que sugiero algunas tácticas
favorables para ser personas colaboradoras en los diferentes contextos que
vivimos. A veces, condiciones de carácter psicológico son las que impiden ser
personas colaborativas, como son: el ego, ansiedad por quedar bien y por
escalar, casi siempre causado por inseguridad personal, falta de formación o
desconfianza en sí mismo.
La colaboración, la
podemos fomentar y construir con nuestros grupos de familia, amistades, trabajo
y en la sociedad, a los fines de superar barreras psicológicas que nos impiden
socializaciones constructivas, manejar conflictos pacíficamente y sostener
diálogos asertivos, aprendiendo de otros, fortaleciendo la unidad y el afecto.
¿Cómo lo podemos lograr?
Contamos con muchas
habilidades valiosas para conseguir colaboración, presentó algunas que nos
pueden ayudar a ser promotores eficientes de esta virtuosa habilidad:
Aprender a escuchar, comúnmente
no escuchamos, más bien nos ponemos ansiosos por hablar y defender nuestro
punto de vista, sin ni siquiera asegurarnos de que comprendemos bien la idea
que nos dijeron, a veces no damos ningún valor a lo que consideran los demás,
porque pensamos que tenemos lo mejor.
Esto nos distancia
mucho, nos divide, impide avanzar en un tema y reduce la capacidad de los
miembros del equipo. Escuchar implica atención afectiva, la llamo así, para
distinguirla de la empatía, ya que el elemento afectivo lo considero muy
valioso en las relaciones interpersonales.
Unas tácticas
favorables pueden ser mostrar confianza en la otra persona, usar preguntas
abiertas y escuchar sin enfocarnos en nosotros, además, hacer ejercicio de
autoevaluación con sinceridad, para detectar los errores o fallas que se comete
al escuchar, hablar menos y aprender a sentirse cómodo en el silencio.
Empatía para la colaboración, es
un principio muy positivo ya que es considerar inteligente a cada miembro del
equipo; igualmente, bondadoso y comprometido, desde este escenario se logra
amplitud mental para la generosidad, cualidad valiosa de dar sin esperar nada a
cambio.
Es vital saber que
nuestra percepción de las cosas está sujeta a la interpretación que hacemos de
ellas y depende del conjunto de conocimientos y creencias que hemos configurado
a largo de la vida.
La empatía para la
colaboración es un principio muy positivo ya que es considerar.
Interacción dinámica, esta
táctica es parte de mi propuesta de Estrategia de Aprendizaje con Carácter
Dinámico Motivacional, porque se apoya en lograr un diálogo directo, de igual a
igual, atento, y dando valor agregado a las ideas de los demás. El tiempo que
se invierte dialogando debe ser aprovechado al máximo, es necesario hablar con
claridad y precisión, no abundar mucho la idea, interactuando con sinceridad y
tacto.
Mentalidad ganar-ganar, este
punto es muy visionario y completo, es ver que es posible ganar todos, tu, el
equipo y la institución; para que haya oportunidades de crecimiento, aprenda a
delegar y confiar. Este tipo de mentalidad se apoya en la confianza y la
cooperación, se practica compartiendo: “dando es como se recibe”.
En definitiva,
aprender y asumir el estilo colaborativo en nuestras relaciones
interpersonales, es una decisión muy sabia, con lo que ayudamos en las
instituciones con los relevos generacionales. Desafíe su equipo a ser mejor
cada día, ellos pueden dar más, es sano para todos, pero más para ti que lo
practicas.
Por último, un
hábito extraordinario para mejor colaboración, es tener en mente la calidad, no
la perfección y el brillo personal. Cada tarea, cada conversación, es una
oportunidad de crecer en cercanía, afecto y en el desarrollo de procesos más
fructíferos y constructivos, los cuales garantizan más y mejores resultados.
La autora es psicóloga.
Es sumamente importante saber escuchar para poder ayudar o guiar con mas claridad al oyente que escuha nuestra opinion o punto de vista, haciendole sentir de forma efectiva y afectiva que me interesa ayudarlo sin quitarle el valor a su forma de ver las cosa demostrandole con mis acciones que quiero ser colaborador, no un discutidor de muchas palabrerias que no ofrecen ningun resultado.se debe ser empatico a la hora de poder ayudar a alguien existen tantas manera de ayudar que aveces lo unico que nos falta es hacerlo.
ResponderEliminarNecesitamos ganar ganar hacer un trabajo cooperativo y conocer las capacidades de cada para lograr mayor participación
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