Importancia de la diversión en la familia
Que la familia necesita muchos recursos para divertirse, no es cierto, que necesita mucho tiempo libre para ello, tampoco es cierto. La familia para divertirse solo tiene que decidirlo, y de inmediato surgen muchas ideas posibles para el tiempo y muchas alternativas y oportunidades que potencian los recursos con que se cuenta. Lo más importante es estar plenamente seguro de lo que en verdad hace divertido un encuentro familiar, que es precisamente, el hecho de estar en familia y disponérselo uno mismo, de entender que es excelente y saludable para todos estar juntos, aceptarse y tolerarse, para que brote la armonía y el aprecio y en consecuencia, el ambiente se transforma en espacio agradable y chévere.
Cuando los hijos son pequeños, la manera más fácil de que todos se integren y participen, es mediante la diversión plena. Hay muchas experiencias que marcan a los hijos para siempre con recuerdos muy alegres, positivos y satisfactorios, a partir de lo que vivieron en familia durante los primeros años de su infancia y adolescencia, aquellos que le hicieron sentir afecto, confianza y cercanía. De igual modo, pueden provocar traumas psicológicos, las experiencias cargadas de tristeza, ira y rencor o la carencia de una convivencia afectiva y armoniosa.
Compartir fraternalmente en familia es una experiencia extremadamente necesaria en la vida de los hijos, ya que al crecer recordarán el tiempo que sus padres le dieron y las lecciones que aprendieron de ellos. Estas acciones claves hacen de los padres modelos a seguir, para que sus hijos desarrollen una autoestima más equilibrada, sean más sociables y tiendan menos a rodearse de amistades nocivas y que establezcan una comunicación afectiva y efectiva.
Son muchos y variados los juegos en familia; los mejores son aquellos que se hacen al aire libre, los deportes, día de campo, playa, río, montaña, picnic y volando cometa o chichigua. Estos suman mucho valor agregado a la diversión, porque resultan ser saludables y psicoterapéuticos, el hecho de estar en contacto con la naturaleza aporta mayor significado a la fraternidad y al compartir. Están también el juego en el jardín, con elementos como bolas, globos, piscinas plásticas, venciendo obstáculos, siembras de árboles, entre otros. Estos últimos, como pueden ser en la propia casa, resultan más económicos.
Igualmente, están los entretenidos juegos de mesas, que suelen ser muy divertidos y baratos, que ayudan agilizar la mente y unen a la familia. Por ejemplo: el dominó, barajas, ajedrez, damas, capitolio y mucho más, que aparecen en el mercado. Que no falten estos juegos en la casa, es muy importante. Cuando haya mayor disponibilidad de recursos, es bueno visitar lugares nuevos, para que adquieran una mejor cultura de su país como: museos, centros culturales, cines, bibliotecas, jardines botánicos, zoológicos y parques.
Las celebraciones en familia son también un elemento a potenciar y a aprovechar para mejor integración familiar, los motivos de celebrar son variados: cumpleaños, días especiales, eventos importantes, que no tienen que ser muy grandes, sino lo significativos que sean para los miembros de la familia. Estas pueden ser preparadas por toda la familia, lo que la une aún más, realizando parrilladas, pijamadas, ver alguna película, hacer un plato especial, preparar el ambiente con algún motivo, según lo que se celebre, vestirse de los mismos colores y escuchar música. Siempre brindar con alguna bebida por la razón de la celebración, cuidar no perder de vista esa razón y valorarla en todo momento. Muy importante: convierte los espacios cotidianos en espacios de diversión y todos juntos disfrutarán y pasarán un rato agradable y feliz.
Los beneficios de jugar y compartir en familia son muy diversos, desde el desarrollo afectivo, hasta el social de cada miembro de esta. Compartir momentos, hacer historias y construir recuerdos, son acciones que al pasar el tiempo fortalecerá la unión familiar con más fervor, alegría, armonía y amor.
El regalo más importante que le puedes dar a tus hijos es la comunicación, tu amistad, tu máxima atención a sus inquietudes y tu tiempo de calidad, no importarán tanto los demás detalles, porque estás garantizando lo verdaderamente valioso y significativo: los lazos y el amor filial. De la primera relación emocional que establezca el niño y la niña con su familia, dependerá en gran medida, el buen desarrollo de su futura personalidad.
No escatimes esfuerzo y tiempo para compartir en familia cada vez que puedas. No es necesario invertir grandes recursos, ni una suma alta de dinero, solo basta con querer ser feliz. ¡Hazlo ahora, quizás mañana sea demasiado tarde!
La autora es Psicóloga
luzrosaestrella@gmail.com
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